Los libros polémicos

En esta página se pondrá material relacionado con los libros de Biologìa de nivel secundaria que han causado polémica recientemente en México y particularmente en Sonora

sábado, agosto 26, 2006

Opinión de especialistas

Notas tomadas del diario La Jornada

Miércoles 9 de agosto de 2006

"Los derechos de los niños no pueden estar sujetos a los caprichos de tutores"

Limitar educación sexual es ilegal y pone en riesgo la salud, aseguran especialistas

KARINA AVILES

El intento de algunas organizaciones de padres de familia para que no se imparta educación elemental en materia de sexualidad a los jóvenes de primero de secundaria representa una violación a la Constitución y a los acuerdos internacionales firmados por México, de manera que si el Estado no proporcionara esa información que permite salvar la salud y la vida, sería tanto como "llegar al genocidio por omisión", advirtieron especialistas.
Frente a la controversia generada por dichas organizaciones que aseguran que los nuevos libros de biología de ese nivel educativo promueven la "polimorfia sexual" y las "anomias sociales", señalaron que los padres pueden encargarse de la moral, pero la obligación del Estado es educar.
En entrevista por separado, la maestra en pedagogía Silvia Panebianco, secretaria técnica del consejo de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, precisó que el objetivo de dichas agrupaciones es, para empezar, violatorio de los derechos del niño consagrados en la Convención Internacional de Derechos del Menor, porque no dar información elemental sobre la sexualidad pone en peligro la salud y la vida.
De manera que si el Estado mexicano no cumpliera con la función que tiene, se podría incluso interponer un recurso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Señaló que los derechos de los niños y jóvenes son eso, y no pueden estar sujetos a los caprichos de los tutores, además de que la citada convención estipula claramente que ante cualquier decisión "el interés supremo siempre es el del menor". Por ello, el Estado no puede tomar partido por "la moral de algunos".
La pedagoga señaló que las aseveraciones de tales agrupaciones se desmienten enseguida porque en los países donde hay mayor educación sexual es donde la iniciación sexual es más tardía.
Lo anterior está demostrado en estudios, en investigaciones que señalan que la información permite a los jóvenes planear, decidir y ubicarse: "Si no se sabe cómo funciona el cuerpo y el de los demás, ¿cómo se puede tener control ante situaciones inesperadas?".
Consideró que tales posiciones en 2006 remiten a la edad media, y recordó que la sexualidad no sólo es anatómica o fisiológica, sino integral. "En un país como México, donde hay niñas que se casan a los 11 o 13 años, ¿no sería bueno que estuvieran enteradas de cómo funciona su cuerpo?"
Por su parte, Alfonso López Juárez, quien instrumentó el programa Gente Joven, uno de los pioneros de la educación sexual en el país, también resaltó que los estudios demuestran "todo lo contrario" de lo que estas organizaciones plantean, pues muestran que la educación sexual en los niños y jóvenes los vuelve responsables.
El también ex director de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar opinó que detrás de estas posiciones existe una idea religiosa de que los niños no deben tener información, bajo la idea de que el sexo es sólo para reproducirse y debe ser una práctica dentro del matrimonio.
En el fondo, añadió, hay un deseo de "regresar a los tiempos anteriores a Benito Juárez" y de "dar marcha atrás a lo que se ha logrado en materia de laicismo y pluralismo".
Señaló que en estas declaraciones existe una "mezcla de lo político, lo religioso con lo educativo", donde, con tal de mantener "lo que ellos llaman el orden natural, se echa mano de todo: de la religión, de la voluntad de Dios y del miedo".
Sin embargo, lo que se defiende en realidad es una "situación de privilegio". En este caso, se busca mantener el privilegio de los hombres en perjuicio de los derechos de la mujer.
Expresó que si la Secretaría de Educación Pública cede a estas presiones, "se estaría violando la Constitución, que obliga a impartir una educación científica y no religiosa". La ley es clara al respecto y no hay argumento para que se eliminen estos contenidos educativos de los libros de ciencias (con énfasis en biología) de primero de secundaria.
Si se actúa conforme a la norma, esta pretensión "no puede progresar", recalcó.

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Viernes 11 de agosto de 2006

Los opositores a la enseñanza tendrían que pedir que los jóvenes no vean tv, considera

Sin educación sexual se incrementarán índices delictivos, asegura experto

El abuso y la pornografía infantil, por falta de información en la materia: Laveaga

KARINA AVILES

Es maliciosa la idea de que los textos van a desatar la sexualidad, dice experto Foto Archivo
Las personas o grupos que se opongan a la difusión de la educación sexual contenida en los libros de ciencias de primero de secundaria lo único que propiciarán será la elevación de los índices delictivos, advirtió el director general del Instituto Nacional de Ciencias Penales, Gerardo Laveaga, al enfatizar que hay cuestiones que "no las da la moral sino la información" para que, en este caso, los jóvenes puedan decidir de manera responsable.
Calificó de "ingenua o maliciosa" la posición de quienes sostienen que estos textos "van a desatar la sexualidad" de los adolescentes de este nivel educativo. Quienes sustentan esa visión "tendrían entonces que pedir que no haya cine, que los jóvenes no vean la televisión, el Internet, ni escuchen música".
En entrevista con La Jornada, en torno a la polémica generada a raíz de que algunas asociaciones de padres de familia han exigido que estos títulos no se distribuyan, el abogado penalista precisó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no viola ninguno de los preceptos expresados en el artículo tercero constitucional por impartir estos contenidos. Pero lo que sí se puede provocar, de no difundir información elemental sobre la sexualidad, es que delitos como el abuso sexual, el hostigamiento, la corrupción de menores, la pornografía infantil y hasta el incesto podríuan proliferar".
Explicó que esos delitos tienen origen justamente en la falta de información en la materia. Una gran parte de las violaciones, se realiza por amigos o conocidos de las víctimas. De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, añadió, 25 por ciento de las mujeres embarazadas atendidas tienen entre 15 y 19 años, y muchas de ellas abandonan a sus hijos, lo cual es un delito.
Recordó que aunque hay muchas cifras que se manejan en torno al aborto, hay informes que establecen desde 100 mil hasta un millón de abortos anuales en el país. Además, resaltó que una de cada tres mujeres en México es víctima de lesiones, homicidios y maltrato dentro de su ámbito familiar, y en muchas ocasiones obedece a la desinformación existente sobre la sexualidad femenina.
En este sentido, indicó que la problemática del VIH/sida cada vez aumenta más entre adolescentes de 15 años. En relación con la orientación sexual, recordó que existen una gran cantidad de homicidios que se cometen tan sólo porque la víctima tiene preferencias sexuales distintas. Destacó que la falta de información se traduce en "una gran cantidad de problemas jurídicos penales para el país".
Gerardo Laveaga manifestó que hay cuestiones que la moral no puede hacer, como por ejemplo, "saber cómo se utiliza un condón". Y destacó que el Estado no puede controlarlo todo -tal es el caso de la práctica del aborto- pero lo que sí puede hacer es impartir educación sexual, temas sobre la integración familiar o el uso de los anticonceptivos.
De no hacerlo, incrementaría "los índices delictivos". Por otro lado, mencionó que muchas de las agrupaciones que se oponen a la distribución de estos textos, son las mismas que piden elevar las penas.
Sin embargo, más que incrementar los castigos se debe dar las herramientas para formar mejor a los individuos. El conocimiento, la información, el análisis crítico fomentan la responsabilidad, insistió.

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Domingo 20 de agosto de 2006

Atenta la censura contra educación pública: experta


LAURA POY SOLANO

La decisión de algunos gobernadores de "censurar" el libro de ciencias para primero de secundaria por su contenido sobre educación sexual es una acción "regresiva contra el avance del conocimiento científico, y también una grave vulneración del sentido histórico de la educación pública", aseguró Tatiana Coll, especialista en sociología de la educación de la Universidad Pedagógica Nacional.
Agregó que de perpetrarse este "atentado, se arrasaría con lo poco que queda del espíritu de la educación laica, plasmado en el artículo tercero constitucional, que antes de las reformas salinistas establecía claramente la prohibición de que se impartiera cualquier tipo de educación con valores religiosos en la formación básica".
La especialista agregó: "ahora que todos utilizan figuras históricas como la de Benito Juárez, deberían recordar que fue precisamente el primer presidente que impulsó una política educativa completamente anticlerical, porque reconocía el riesgo de una educación basada en valores religiosos y no científicos".
Destacó que "no debemos pasar por alto que este tipo de acciones también se toleran en estados gobernados por priístas, que como medida política, han comenzado a abandonar sus viejos esquemas nacionalistas y laicos para orientarse a un submundo ultraderechista y conservador".
Al respecto, Amérigo Incalcaterra, representante en México de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, afirmó que la obligación del Estado es "garantizar que sus ciudadanos estén bien informados y se cuente con instrumentos debidamente elaborados que permitan a los jóvenes conocer sus derechos sexuales".